dijous, 19 de febrer del 2009

LAS ASTUCIAS DE LA PERSONA OPTIMISTA


No sé si ustedes son de esas personas que en la vida prefieren arrimarse al sol o de las que se inclinan por protegerse en la sombra, de las que se arriesgan a dar alguna voltereta o de las que optan por mantener los pies en el suelo pero, créame, cuando las cosas van mal,cuando la situación es peliaguda, el optimismo, la ilusión y la confianza sonuna absoluta necesidad. Nuestra propia supervivencia está en juego. En efecto,cuando pintan bastos (y tal como va la coyuntura económica más que bastos son garrotazos) es imperioso pensar y obrar con ánimo y entusiasmo, circular por la acera luminosa de la calle y examinar las circunstancias con ojos risueños yfavorables porque nuestro bienestar, nuestra salud y nuestra vida dependen deello. Si no actuamos con optimismo perdemos la partida. En medicina es biensabido que las personas pesimistas no solo viven menos sino que mientras sobreviven padecen más penas, enferman más y son más infelices. ¿Cuáles son lost rucos que hacen servir las personas optimistas para seguir jugando y pasárselo bien a pesar de los reveses que nos factura la vida? Siga usted leyendo y aprenderá las mañas necesarias para disponer de un optimismo inquebrantable y, una vez las practique con perseverancia, le cogerá el tranquillo a disfrutar dela vida y ser feliz a pesar de los nubarrones.

Hay tres truquillos fundamentales que usted debe dominar para convertirse en un optimista cabal: Duración, dimensión y atribución. Para ilustrar como funcionan estos tres ardides les explicaré primero la manera en que los usa la persona pesimista y después les enseñaré como los emplea la persona optimista.

Cuando a una persona pesimista le sucede un acontecimiento desagradable (por ejemplo, perder el trabajo) en primer lugar piensa que la contrariedad durará mucho tiempo o para siempre. En segundo lugar, piensa que la adversidad no solo le afecta como trabajador sino que acabará contagiando otras áreas o dimensiones de su vida (por ejemplo creerá que también perderá la estimación de sus vecinos, amigos y familiares) y, en tercer lugar, atribuirá la desgracia a su propia responsabilidad (si yo hubiera hecho… o si yo no hubiera hecho…). Por el contrario cuando a la persona pesimista le sucede algún hecho positivo (por ejemplo, es felicitado en su trabajo) su proceder es, en primer lugar, creer que el logro durará poco tiempo y es transitorio; en segundo lugar, que ese éxito no se propagará a otros ámbitos de su vida (el que se sea un buen trabajador no implica que se sea un buen padre, amigo o vecino) y,en tercer lugar, que la responsabilidad del acontecimiento favorable no es suya sino de otras personas (el jefe).

Pues bien, la persona optimista actúa completamenteal revés. Fíjense bien entre elanterior párrafo y el siguiente:

Cuandoa una persona optimista le sucede un acontecimiento desagradable (por ejemplo,perder el trabajo) en primer lugar piensa que la contrariedad durará pocotiempo. En segundo lugar, piensa que la adversidad únicamente le afecta en elterreno laboral pero de ninguna manera le afecta en otras áreas o dimensionesde su vida (que haya perdido el trabajo no significa que vaya a perder laestimación de sus vecinos, amigos y familiares) y, en tercer lugar, atribuirála desgracia a terceras personas (gestores incompetentes, jefes ineptos…) ynunca a su responsabilidad. Por el contrario cuando a la persona optimista lesucede algún hecho positivo (por ejemplo, es felicitado en su trabajo) suproceder es, en primer lugar, creer que el logro durará mucho tiempo y es permanente;en segundo lugar, que ese éxito se propagará a otros ámbitos de su vida (el reconocimientolaboral tendrá eco en sus competencias como padre, amigo o vecino) y, en tercerl ugar, que la responsabilidad del acontecimiento favorable es totalmente suya (esél quien se ha esforzado en el trabajo) y no de terceras personas.

¿Han captado donde está el truco? S itodavía no lo han pillado vuelvan a leer los dos párrafos las veces que sea necesario hasta que lo pesquen. Una vez lo hayan descubierto se trata de ir practicando hasta convertirlo en un hábito.

Por último, recuerden que las personas que tocan siempre de pies al suelo son más desdichadas, cansinas y deprimentes y que para disfrutar de una vida sana y feliz es necesario elevar un poquito lospies del suelo, saltar de alegría y vivir con ilusiones.

¡Suerte y a jugar!

JUAN LUCAS PONS LALAGUNA

Médico