Juan Lucas Pons Lalaguna
Médico
Para evitar que nuestro cuerpo se oxide, se anquilose y acabemos convertidos en auténticos fósiles en vida resulta fundamental imponernos una disciplina cotidiana que incluya el movimiento físico. Métanse en la cabeza que estar vivo significa dinamismo, circulación, acción y que el sedentarismo, la pereza y la pasividad no son sino sustitutos de la muerte. Sí, sí, ya sé que ustedes están más que aburridos de oír a los médicos proponer a la gente que camine más, que haga ejercicio y, en general, que se mantenga activa. Es posible incluso que, obedientes y cumplidores, ustedes ya estén invirtiendo tiempo en alguna práctica gimnástica de manera habitual.
Felicidades, pero, por favor, sigan leyendo porque quiero proponerles un entretenimiento que les resultará mucho más adecuado y, sobre todo, mucho más divertido para sentirse vivos y animados porque además de proporcionar a su cuerpo agilidad y energía, de renovar su organismo, de expandir e iluminar su mente, les llenará el corazón de alegría y euforia. ¿De qué se trata? Pues muy sencillo: se trata de una actividad antiquísima, natural y esencial para la humanidad. Eso sí, antes de continuar leyendo y que les explique en que consiste les ruego que arrimen los muebles a las paredes, despejen la habitación y bajen a la farmacia a comprar linimento Sloan. ¿Preparados? (...)
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